La Diabetes
La Diabetes constituye un grupo de enfermedades en las que el páncreas no produce insulina de forma efectiva. Las personas que padecen diabetes no pueden regular sus niveles de azúcar en la sangre. Más de 528.000 adultos en Carolina del Sur fueron diagnosticados con diabetes en 2018. Los Hispanos tienen un 50% más de probabilidades de morir de diabetes que los blancos.
Hay varios tipos de diabetes:
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Tipo 1: La diabetes tipo uno es una enfermedad autoinmune en la que las personas no producen la insulina de forma efectiva. Estas personas tienen que ponerse inyecciones de insulina o usan bombas de insulina. Solamente el 5% de las personas con diabetes la tienen de tipo 1, y es más comúnmente diagnosticada en niños y jóvenes.
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Tipo 2: Las personas con diabetes de tipo 2 tampoco pueden usar la insulina de forma efectiva o ni siquiera la producen. El cuerpo se vuelve resistente a la insulina y, como resultado, no puede controlar los niveles de azúcar en la sangre. Hoy, los números están creciendo en niños debido a la gran cantidad de obesos que hay en EEUU. El 90% de las personas con esta enfermedad tiene diabetes de tipo 2.
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La prediabetes: La prediabetes llega antes de la diabetes y es un gran factor de riesgo. Las personas con prediabetes se esfuerzan por controlar sus niveles de azúcar en la sangre. Sin embargo, esta condición es reversible si se hacen cambios en la dieta y el modo de vida.
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Diabetes gestacional: Diabetes gestacional es una condición que se da en mujeres embarazadas. Debido a cambios hormonales causados por el embarazo, las mujeres tienen un nivel alto de azúcar en la sangre. Además, es un factor de riesgo para después tener diabetes de tipo 1, pero no es causada por el sobrepeso o el modo de vida.

Factores de riesgo
La obesidad
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Los genes- si un miembro de la familia tiene diabetes
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Edad- personas de 45 años en adelante tienen más riesgo
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Ser sendentario
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Diabetes gestacional
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Ser latino, afroamericano, nativo americano, nativo de Alaska, isleño del Pacífico, o asiático americano
Síntomas
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Sed constante
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Orinar con frecuencia
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Hambre excesiva
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Pérdida de peso sin explicación
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Fatiga
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Irritabilidad
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Visión borrosa
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Llagas que no se curan
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Infecciones frecuentes (de piel, encías o incluso vaginales)
Prevención/Tratamiento
Hacer ejercicio un mínimo de tres veces a la semana durante 30 minutos
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Controlar el peso y el tejido graso
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Comer una dieta equilibrada: evitar comida muy procesada, dulces, y grasas saturadas
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Controlar el estrés